La usabilidad sólo significa el asegurarse que algo funcione bien: que una persona con capacidad y experiencia media pueda ser capaz de usar algo (ya sea un sitio web, una lavadora o una puerta giratoria) con el objetivo deseado y sin sentirse completamente frustrado.
Lo que ocurre cuando usamos un sitio web es que los interrogantes que nos surgen aumentan nuestro volumen de trabajo cognitivo y distraen nuestra atención de la tarea que tenemos entre manos. Las distracciones pueden ser leves pero se acumulan y pueden, incluso, llevarnos a abandonar el sitio web. Crear páginas web fáciles de entender se asemeja a tener un comercio con un buen sistema de iluminación: todo tiene mejor aspecto.
Utilizar un sitio web que no nos haga pensar en cosas irrelevantes parece natural, fluido, pero el desconcierto de las cosas que no nos interesan nos terminaran minando la energía y entusiasmo (al igual que nuestro tiempo).
Es fundamental ir un paso más adelante, el pensar en los errores que pueden ocurrir cuando un usuario está interactuando con un sitio web, aplicar criterios de usabilidad al momento de generar contenido y diseñar páginas web genera un usuario satisfecho con su experiencia navegación por ende será más fácil presentar los productos o servicios de su Empresa.